Seguidores

martes, 15 de noviembre de 2011

Celosa compulsiva, y públicamente reconocida. No lo ocultaba. Egoísta extrañamente hablando. Ella decía que unos zapatos que fuesen suyos no serían de nadie más, y he de reconocer que la propiedad privada de las cosas es algo de lo que no se mucho, pero comprendería ese egoísmo cuando se tratase de la persona que amas. Para mi sería totalmente comprensible que si una persona cogiese su mano, tú, automáticamente, deseases para aquella un viaje al infierno. El pasado se mantiene intacto, y su presente, su vida, pero esas personas que de repente aparecen en su vida y quieren comerse su corazón son invitadas a irse.



No hay comentarios:

Publicar un comentario